21/2/09

Santa Marta, Colombia. Tierra Tayrona.



Nos acercamos a un puesto de info turística en la playa, y le comentamos a un hombre cuánto podíamos pagar por una habitación, o queríamos. Nos llevó al Hotel Valladolid, a solo unas cuadras, donde conseguimos una cuádruple con baño privado, aire y tv a 20 barras c/u. Dejamos las cosas y fuimos a recorrer a la bahía. Estaba anocheciendo, eran casi las 18hs. comimos unas hamburguesas y compramos un paquete para ir al parque Tayrona la mañana siguiente. El parque nacional Tayrona, está dividido en 4 regiones, que requieren un día cada una para ser visitadas. Como contábamos con solo un día para estar en Santa Marta, tuvimos que elegir solo una, y optamos por Playa Cristal, que costaba 35 U$D por cabeza. Vimos el hermoso atardecer en la playa . Escuchando música proveniente de un grupito de samarios sentados cerca nuestro. Había mucha gente en la playa esa noche. Aproveche para darme un chapuzón. Fuimos a dormir y al otro día, como a las 9.30 am nos pasó a buscar el bus para Tayrona. El viaje fue agradable, y el guía samario, Mauro, comentó un poco de la historia Costeña. Llegados al parque, después de pasar un par de playitas y miradores, unas precarias lanchas nos llevaron a Playa Cristal. Una hermosa bahía, rodeada de montañas. La noche anterior, habiendo aprendido de la experiencia en Islas del Rosario, habíamos comprados dos mascaras de buceo baratas (15 U$D), por lo que pudimos bucear a piaccere. El día estubo nublado, y de a ratos garuó un poco, pero eso no nos privó de disfrutar el agua y la tranquilidad del lugar.
Habíamos guardado las mochilas en el hotel, y teníamos que tomar el bus que salía de la terminal 23.30 a Maracaibo, porque al día de siguiente nos esperaba David en Maracay, quien nos ofreció prestarnos un departamento en la playa de Cata, cerca de Caracas. Volvimos a la tarde al Rodadero y vimos el atardecer en el mar, con dos veleros en el horizonte que hacían de la bahía una postal inolvidable (foto). Comimos lasagna mientras vimos la triste actuación de River, frente a Boca (y mirá que yo soy de River a morir). Después fuimos a buscar las mochilas y cambiarnos. Tomamos un taxi por 7 barras a la terminal de Santa Marta. Estaba casi todo cerrado a excepción del Expreso Brasilia, cuyo bus proveniente de Barranquilla nos dejaría en Maracaibo. El problema era que no sabíamos si iba a haber lugar, y tras 2 hs de espera, la chica de la empresa lo único que decía era que " por un trancón, tu sabes, el bus está demorado". A ese paso no íbamos a llegar a tiempo a Maracay, lo que nos preucpaba bastante, ni hablar del cansancio que teníamos. Para nuestra sorpresa, después de media hora más de espera, se acercó un guardia de seguridad diciendo que tenía que cerrar la terminal, que debíamos irnos. No sabíamos que hacer, pero nos aconsejó que tomáramos un taxi hasta la " bomba de Mamatoco, y que esperemos ahí algún bus que pase para Maicao (ciudad colombiana en frontera con Venezuela). Seguimos su consejo y con un taxi, en 15 minutos estábamos en la bomba, o estacion de servicio. En seguida frenó un bus que por 20 barras cada uno nos llevó a Maicao. Ahí, una "buseta", auto Dodge del ´80, tamaño barco, nos llevó a los 4 y a una chica venezolana hasta Maracaibo por 50 Bs F. c/u.

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