21/2/09

Llegando a Maracay, Venezuela



Después de unas horas de calor y varias requisas policiales (y digo varias, en serio, muchas), llegamos a las 8.30 am a Maracaibo, capital del estado de Zulia, 2º ciudad ppal. de la República Bolivariana de Venezuela (nuevo nombre que Chávez impuso).
Había 2 formas de ir hasta Maracay, en Bus directo, o en buseta, con escala. Optamos por un bus que salía 10.30, por 50 Bs F. c/u, pero con a.c. Después de 2 hs de espera nos subimos. El viaje fue largo, y las requisas policiales continuaron, haciéndolo algo tedioso. Llegamos a eso de las 21 hs, y nos dejó en las afueras de la ciudad, en la ruta. Un rato antes habíamos llamado a David, y nos dijo que lo esperemos en un conocido puesto de arepas llamado "Mi Arepa". Así hicimos y luego de 15 min. llego David, con la mujer, en una imponente Toyota 4runner con llantas cromadas, Ahí nos invitó unas buenas arepas venezolanas. A diferencia de las colombianas, a éstas las rellenas con todo lo que uno se imagine, lo que la transforma en una comida suculenta. Fuimos para la casa de David, nos dieron cuartos para cada uno y una vez bañados ( con agua caliente, después de 1 mes de agua fría) nos dormimos. Al día siguiente, nos levantamos y preparamos las mochilas, y al bajar David nos recibió con un cafecito colombiano ( Juan Valdéz) y tostadas. Ídolo. Ahí nos presentó al goma, Leo, que nos llevó al Supermercado y de ahí a la Playa de Cata. En el super gastamos unos 400 Bs F. (90 dolares al paralelo, 180 al oficial!!), carísimo. Cuando llegamos a Cata nos alegramos al ver la espectacular pileta del depto, en una suerte de barrio cerrado. La bahía es genial, y las montañas mejoran la vista añun más. Pasamos un rato en la playa, nos metimos a la pileta. En el depto jugamos a las cartas, y más tarde cenamos las muy malas pizzas que preparé, con unas "Solera" (cerveza). Dormimos muy bien, el depto tenía a.c., agua caliente, ventiladores de techo, licuadora y hasta tostadora. Un lujo. Disfrutamos la playa y la pileta al día siguiente. Al otro llovió y se cortó la luz, entonces relajamos adentro, comiendo, tomando y charlando. El cuarto día, salió el Sol. Fuimos al bar a meternos, tomar solcito y despúes a la vuelta, no podía faltar la metidita a la pile. Almorzamos en el depto y los chicos se fueron para Ocumare, pueblo a 10 km, a sacar plata del cajero ( nunca lograron hacerlo). Yo me encargué de buscar más agua. Ahora estamos jugando al uno, va, los chicos, porque perdí y quedé afuera, y estoy aprovechando para actualizar el diario. Pasamos unos hermosos dias de descanso en Cata, y finalmente vino a buscarnos Leo, empleado de David. Llegamos de noche a lo de David donde nos pidió una Pizza para cenar. Después de ver unas peliculas, siendo las 2.30 am David nos llevó en su camioneta al aeropuerto de Caracas, donde tomamos el vuelo de regreso a Buenos Aires, llegando el 9 de Febrero del 2009, exactamente un mes después de partir. Dejamos atrás la vida de viajeros para volver a las nuestras, pero nos llevamos un poquito de cada lugar que conocimos y las ganas de en el futuro poder emprender una nueva aventura por el mundo.

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