21/2/09

Bogotá, Colombia




Transcurridas 17 hs de un viaje considerablemente bueno, cené una milanesa de pollo genial, llegamos a la ciudad de Bogotá, capital colombiana.Un taxi nos llevó a un hostel que el conductor, Edward, recomendó. La zona, en la 22 y la 12, a 6 cuadras de La Candelaria (centro histórico), dejaba mucho que desear. No era como para andar de noche. Bogotá es una ciudad increíble, con gente muy agradable, como en todo Colombia, muchos museos, plazas y catedrales. Nos instalamos por 10 U$D ( 22 mil colombianos) cada uno. Ya acomodados, después de una buena ducha (fría), llamamos a mi hermana Manuela, que estaba de visita en Bogotá, en la casa de su Papá, que no es el mio (esa es otra historia menos pertinente en este diario). El papá vive en la excéntrica zona de Usaquén, cerca del mall Unicentro. Nos tomamos un taxi que nos llevó ahí por 12 mil. Estuvimos un rato en lo de Manu y nos invitó a almorzar al Bogotá Country Club, cortesía del "tío" Tony (papá de Manu). Entrada la tarde, y considerando que anochece a las 7, volvimos al Hostel. Me olvidaba contar que por la mañana recorrimos La Candelaria, en la 7º, calle principal, y entramos a unas ferias artesanales muy buenas. También visitamos el famoso Mueso del Oro, que conserva reliquias de las distintas culturas indígenas colombianas, y alberga más de 15.000 años de historia local. Al día siguiente, volvimos a lo de Manu, y con ella, fuimos a la feria de Usaquen. Muy linda pero con precios un poco excedidos. Lo mejor del día, o casi, fue encontrar un local de comida argentina. Disfrute de un excelente Sandwich de Milanesa, de primera. Cabe aclarar que en Colombia, ya no cenamos por un dolar o dos, las cosas son un poco mas caras. Me puse en contacto con una amiga Bogotana, Catalina, y nos encontramos en el Unicentro. Ella estaba con una amiga, Camila, y nos llevó a todos en su humilde Hyundai Tucson cero kilómetro, al famoso Andrés carne de Res, en las afueras de la ciudad. Es un lugar espectacular, enorme, con mucha buena onda, tragos, comida, rumba y actores y bailarines por doquier. Es un lugar especial, el mejor resto-bar al que entré en mi vida, y a la vez uno de los mas caros, con mojitos por 18 U$D, el nivel de gente que hay no hace falta aclararlo. Ya de noche dejamos a Manu en su casa y desde lo de Cata, tomamos un taxi de regreso al hostel. Al otro día temprano, llegó Manu y fuimos a pasear. Visitamos el Museo de Botero, algo alucinante. Una excelente exposición del artista oriundo de Medellín (1932) y complementando, obras de los grandes mastros como Dalí, Pizarro, Picasso, Monet, Ernst, Degas, Lautrec, Corot y otros, que me dejaron sin palabras. Pegado a dicho museo, está el Museo de Arte Contemporáneo, y el de la Casa de la Moneda, todos gratuitos y muy interesantes. Almorzamos en el centro, después de comprar café en el famoso Juan Valdéz, que según nos dijeron varios bogotanos es el mejor café del mundo, cosa que comprobamos. Volvimos al hostel, todavía con la compañía de Manu, y entrada la tarde el amor de mi vida, mi novia, tuvo la "gran" idea de ir a lo de Manu. Tony tenía una cena hasta tarde y propuso ir ahí para ahorrarnos una noche de hostel y quedarnos toda la noche despiertos para ir temprano a la terminal al día siguiente. Desafortunadamente lo hicimos, lo que terminó en una noche muy larga, con todos tirados en el piso del cuarto de Manu, con mucho frío. A las 5.30 am, salimos de lo de manu, un poco hechados en realidad, cansado y muertos de frío. Tomamos un taxi a la terminal de buses y tuvimos la suerte de llegar y que nos ofrezcan pasajes rebajados a Cartagena por solo 45 U$D (salías 60U$D). El bus estaba apunto de salir, y sin pensarlo dos veces nos subimos.

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